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Tecnología, género y agenciamiento: cómo habitamos los espacios digitales
Una reflexión sobre la relación entre género y el ecosistema digital: Toda transformación que se aborde sin ese enfoque integral tendrá como consecuencia un refuerzo de las desigualdades redundantes.
La problemática de la inserción y representación de las mujeres en los ámbitos científicos y tecnológicos fue adquiriendo gran relevancia, no sólo debido a la influencia de una transformación tecnológica recurrente, sino de un contexto actual que, a nivel social, económico y cultural, determinó nuestra cotidianidad en relación con la virtualidad impuesta.
Aquí, la constancia de los cambios y de una estructura tradicional persistente incidió en la problematización de las formas de habitar estos espacios. De trascendencia histórica, la constitución de entornos de conexión resultó de gran importancia para la generación de redes de mujeres que, en términos movimientistas y con gran capacidad de agenciamiento, fue vinculando al feminismo internacional en un espacio de encuentro que brindó nuevas posibilidades organizativas, de alcance global, y de inserción de demandas y reclamos de derechos relegados en una agenda pública que trasciende fronteras.
Pero este modo de habitar contrahegemónico, ante un discurso arraigado social e institucionalmente en torno a la feminización de roles y a la masculinización de espacios, encontró su dicotomía en la carencia de la participación activa de las mismas en términos de desarrollo, innovación, incidencia y decisión, socavando la posibilidad de soberanía digital y de una debida apropiación de las tecnologías desde una perspectiva de géneros.
¿Y por qué enfatizamos esta perspectiva? Porque sin igualdad de género, no hay posibilidad de desarrollo, innovación sostenible ni de autonomía económica. Y aquí el empoderamiento debe ser comprendido en estos términos, de igualar las oportunidades sin que medien diferenciales por el género.
En el contexto pandémico actual, podemos visualizar una profundización de las brechas preexistentes en el ecosistema digital, que generan una distancia en términos de accesibilidad y visibilidad, y que están atravesadas de manera interseccional y sostenidas por la falta de una respuesta política que incida en la economía del cuidado, como también en el acercamiento a la infraestructura adecuada, y en el desarrollo de los conocimientos necesarios para un uso idóneo de las tecnologías. Sin embargo, hay que destacar que persisten y se multiplican mujeres con gran posibilidad de agencia, que están habitando una posición de ruptura de la hegemonía vigente, carentes de espacios de representación y en pugna con las relaciones desiguales de poder que se replican y profundizan a través de las prácticas tecnológicas.
Por ello, si repensamos la tecnología escindida de un marco de significado que le imprime estas características, toda transformación que se aborde sin ese enfoque integral tendrá como consecuencia un refuerzo de las desigualdades redundantes, derivando así en una economía digital que continuará siendo excluyente.
Ante esto, en articulación con los distintos sectores que intervenimos estos espacios, debemos emprender un rol crítico que posibilite la deconstrucción del binarismo imperante y la reconstrucción de la relación entre tecnología, sociedad y género, socavando las bases estructurales y posicionado el potencial de la tecnología para impulsar la igualdad desde un cambio sistémico, que amplíe la capacidad de respuesta más allá de la lógica de cuantificar la diferencia.
Desde la organización Media Chicas, nos preguntamos, cuestionamos y trabajamos en modos de promover la inserción de las mujeres desde un rol activo que nos permita incidir en estos espacios, e intervenir a su vez en el desarrollo de una cultura mediada por lo digital, que apele a instancias críticas y que posibilite una producción social que se sustente en la diversidad.
*Media Chicas es una organización sin fines de lucro, con sede en Argentina y de alcance regional, que tiene como misión acortar la brecha digital y fomentar la inclusión de mujeres en ciencia y tecnología. A su vez, es el ente organizador de JUMP, una conferencia de tecnología con inclusión de géneros, con enfoque en la diversidad, que contará con su tercera edición virtual en junio del corriente año.